jueves, 7 de abril de 2016

A China sin palo selfie. Días 5 y 6

Ayer fue el último día en Beijing y lo aprovechamos bien, aunque supuso una primera decepción de este viaje (muy menor, todo sea dicho). Mi amigo JoseRa que estuvo en el ICM del 2002 me aconsejó algo que ya habíamos pensado, pero él le añadió un aliciente: que visitáramos el templo Lama en el que se podía degustar el té de mantequilla de yak muy típico del Tíbet. La verdad es que el templo está fantástico, es le mayor templo lama fuera del Tíbet, y hay un poco de todo: junto a las imágenes de distintas representaciones de Buda y santos en los numerosos pabellones, hay también un pabellón con la historia del templo (que anteriormente al siglo XVIII fue residencia de algún emperador). En los textos que se pueden leer, o mejor dicho: que yo puedo leer, porque no son más de una docena de palabras las que leo de chino, hay una sutil reinterpretación de la historia y presenta Tibet como si siempre hubiera sido una unidad con el resto de China. Pero lo que no conseguimos fue encontrar el famoso té de mantequilla de yak: tendré que ir al Tíbet.
Nos había quedado por visitar un parque que está al noroeste de la ciudad prohibida y que tiene una pagoda de estilo hindú en el centro de una isla bastante interesante y hacia allí fuimos (caminando, what else?) después de visitar el templo de Confucio que está junto al de los lamas. La verdad que el parque estaba muy bien y vimos una pareja de artistas, ya en sus sesentas, que era una auténtica maravilla, no sólo como cantaban, sino como se miraban. Me recordaba a otra pareja que actuaba en Fulton St. en Nueva York hace casi viente años (alguien que me lee sabe a qué me refiero).

Y ya tocaba volver hasta el hotel para recoger las maletas y dirigirnos para la estación.
El proceso de comprar un billete de tren en China y montarte en un tren no puede ser más simple: hay que comprar los billetes nada más salir a la venta (como un mes antes de la fecha del viaje), porque los trenes agotan sus plazas muy pronto, para ello puedes ir a ventanilla a comprarlo, cosa que es complicado si vas para menos de un par de meses por los plazos que acabo de comentar, o comprarlo a través de una página web de los ferrocarriles chinos, solo hay un par de inconvenientes: la página está en chino y solo admiten pagos de tarjetas emitidas por bancos chinos. Naturalmente, hay una solución: varios avispados negociantes, han montado páginas webs en las que puedes encargar los billetes y ellos se encargan de comprarlos por ti y te cobran una comisión. Pues eso hemos hecho ya que tenemos previsto realizar todos los desplazamientos internos por trenes nocturnos, así aprovechamos mejor el tiempo ya que mientras estamos dormidos el "hotel" se desplaza de una ciudad a otra. Ya tenemos comprados nuestros billetes, ahora hay que recogerlos y llegar al tren. Como decía es un proceso muy simple: buscas una ventanilla de venta de billete, pero no todas valen ya que tienen que tener unos caracteres especiales escritos que nos envió nuestro agente, una vez encontrada dicha ventanilla, ¿he dicho que la estación de Beijing Oeste es el edificio más enorme que he visto en mi vida?, le enseñamos a la señorita unos códigos y unas frases escritas en chinos que también teníamos y nuestros pasaportes; naturalmente nos cogió cambio de turno y tuvimos que esperar 10 minutos a que una china se cambiara por otra (no noté mucho la diferencia), ya con nuestros billetes, hay que salir fuera de la estación y buscan unas entradas que digan "Validación de billetes" (lo dicen en inglés y en chino, supongo), allí hay que enseñar el billete y el pasaporte y controlan el equipaje. Ya casi está conseguido: ¡estamos dentro de la estación! Pero no se pueden acceder a las vías, hay que esperar en la sala de espera que hay muchas y cada tren tiene asignada una sala de espera específica, naturalmente hay que volver a enseñar billete y pasaporte para entrar en la sala de espera. La nuestra era una sala enorme con mucha gente, incluso desde el punto de vista chino. Por último, ya se accede al andén y al tren, ambos también enormes.
A las 8 de la mañana llegamos a Xian y propuse y fue aceptado un cambio de planes que a la postre se mostró acertado irnos directamente con las mochilas hasta los guerreros de terracota ya que los autobuses para allí salen al lado de la estación (existe también la opción de coger un autobús en el hotel, pero te vienen a cobrar unos 250 yuanes en vez de los 16 que nos costó a nosotros). A los guerreros les rodea un montaje bastante tremendo para sacar dinero a los turistas, pero siempre cabe decir que no a todo. No voy a describir los guerreros: es algo que hay que ver, pero también es algo que da la impresión de ser un minúscula parte de lo que es en realidad.
De vuelta a Xian, tratamos de coger un taxi para ir al hotel, pero todos se negaban a llevarnos, tenemos distintas teorías, pero puede que la más plausible es que la dirección no la entendían y decían que no. Así que nos tocó recorrer los 4 km andando cargados con todo: estamos fuertes.
Por la tarde vino Pablo, un amigo de mi hijo de toda la vida que vive ahora aquí en Xian y con él hemos recorrido el interesante y colorido barrio musulmán mientras trataba de respondernos a nuestro millón de preguntas. Después de una fantástica cena, los más jóvenes han continuado con ánimo de quemar Xian y yo me he retirado prudentemente.
Continuará.
Templo de los Lamas

















Él es muy monje lama, pero no renuncia a su móvil

Templo de Confucio


Puestos callejeros. En muchos sentidos, Beijing aún conserva la imagen de un pueblo grande



Templo de la pagoda blanca







La pareja de artista a la que me he referido





Un último vistazo a la Ciudad Prohibida


El foso 3 de los guerreros de terracota



El foso 1: el más grande








La foto no salió bien, pero la cara del niño es fantástica

Comercios junto a nuestro hotel

El barrio musulmán de Xian






La torre de la Campana

5 comentarios :

  1. Genial el res-pontaje, y la crónica diaria, felicidades a repostero de blog; A China sin palo selfie, por cierto soy Pedro varo, padre de tu acompañarte...
    Un abrazo y gracias...

    ResponderEliminar
  2. Buenas tardes-noches!!! Precioso, sigue siendo precioso.Gracias por compartir la experiencia. Habrá que escucharos hablar de la magnitud y dimensión de los espacios.
    Me alegra leerte de nuevo y a la espera de la próxima.
    Besos para todos y en especial para Pedro!!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. impresionante. Qué más se puede decir...

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias a todos, seguiremos informando.

    ResponderEliminar
  5. Bravo!!! por esta entrada tan bien descrita, podría decir que he vivido con vosotros estos día 5 y 6 pero con un punto mas a mi favor: en pijama tirado en mi sofá. Me tendrás que explicar que es un guerrero.

    Preciosas fotos como siempre.

    ResponderEliminar